jueves, 13 de mayo de 2010

Ductus Arterioso Persistente




Es una afección en la cual un vaso sanguíneo, llamado conducto arterial, no logra cerrarse normalmente en un bebé poco después del nacimiento. (La palabra "persistente" significa abierto).

Esta afección lleva a que se presente un flujo anormal de sangre entre la aorta y la arteria pulmonar, dos grandes vasos sanguíneos que llevan sangre desde el corazón.


Causas, incidencia y factores de riesgo
Antes del nacimiento, el conducto arterial permite que la sangre esquive los pulmones del bebé, conectando las arterias pulmonares (las cuales le suministran sangre a los pulmones) con la aorta (que le suministra sangre al cuerpo). Poco después de que el bebé nace y que los pulmones se llenan de aire, este vaso sanguíneo ya no se necesita más y generalmente se cierra al cabo de un par de días. Si dicho conducto arterial no se cierra, se presentará una circulación anormal de sangre entre el corazón y los pulmones.

El conducto arterial persistente afecta con más frecuencia a las niñas que a los niños. La afección es más común en bebés prematuros y aquéllos que presentan síndrome de dificultad respiratoria neonatal. Los bebés con trastornos genéticos, como el síndrome de Down, y cuyas madres hayan contraído rubéola durante el embarazo están en mayor riesgo de padecer este problema.

El conducto arterial persistente es común en bebés con problemas cardíacos congénitos tales como el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, transposición de los grandes vasos y estenosis pulmonar.


Síntomas
Es posible que un conducto arterial persistente pequeño no cause ningún tipo de síntomas. Sin embargo, algunos bebés pueden no tolerar este tipo de conducto, especialmente si es grande, y pueden tener síntomas como:
  • Pulso saltón

  • Respiración rápida

  • Malos hábitos de alimentación

  • Dificultad para respirar

  • Sudoración al alimentarse

  • Cansancio con mucha facilidad

  • Retraso en el crecimiento


Signos y exámenes
Los pacientes con conducto arterial persistente con frecuencia presentan un soplo cardíaco característico que se puede escuchar con un estetoscopio; sin embargo, en los bebés prematuros, es posible que dicho soplo no se pueda oír. El médico puede sospechar de la afección si el bebé tiene problemas para respirar o alimentarse poco tiempo después del nacimiento.

Se pueden observar cambios en radiografías del tórax. El diagnóstico se confirma con una ecocardiografía.

Algunas veces, un conducto arterial persistente y pequeño puede no diagnosticarse hasta más tarde en la infancia.


Tratamiento
El objetivo del tratamiento, si el resto de la circulación es normal o casi normal, es cerrar el conducto arterial persistente. Sin embargo, en presencia de algunos otros problemas del corazón, como el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, el CAP puede realmente salvar la vida y se puede usar un medicamento para evitar que se cierre.

Algunas veces, un CAP puede cerrarse por sí solo. Los bebés prematuros tienen una alta tasa de cierre dentro de los primeros 2 años de vida. En los bebés a término, un CAP rara vez se cierra por sí solo después de las primeras semanas.

Cuando el tratamiento es apropiado, los medicamentos como indometacina o una forma especial de ibuprofeno generalmente son la primera opción.

Si estas medidas no funcionan o no se pueden utilizar, se puede necesitar un procedimiento médico.

Un cierre transcatéter es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se emplea un tubo hueco y delgado. El médico introduce un espiral de metal pequeño u otro dispositivo de bloqueo a través del catéter hasta el sitio del conducto arterial persistente. Esto bloquea el flujo de sangre a través del vaso. Tales espirales endovasculares se han utilizado con éxito como una alternativa a la cirugía.

La cirugía puede ser necesaria si el procedimiento del catéter no funciona o no puede usarse. La cirugía consiste en hacer una pequeña incisión entre las costillas para reparar el conducto arterial persistente.

Expectativas (pronóstico)
Si un conducto arterial persistente y pequeño permanece abierto, finalmente pueden o no desarrollarse síntomas cardíacos. Las personas con un CAP moderado o grande podrían finalmente desarrollar problemas cardíacos a menos que éste se cierre.

El cierre con medicamentos puede funcionar muy bien en algunas situaciones, con pocos efectos secundarios. El tratamiento precoz con medicamentos es más probable que sea efectivo.

La cirugía conlleva sus propios riesgos significativos. Puede eliminar algunos de los problemas de un CAP, pero también puede introducir una nueva serie de problemas; por lo tanto, se deben sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos potenciales antes de optar por esta alternativa.

Complicaciones
Si el conducto arterial persistente no se cierra, el bebé tiene riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, hipertensión en la arteria pulmonar o endocarditis infecciosa, una infección del revestimiento interno del corazón.

Situaciones que requieren asistencia médica
Esta afección generalmente la diagnostica un médico al examinar al bebé. Los problemas respiratorios y de alimentación en un bebé ocasionalmente pueden deberse a un conducto arterial persistente sin diagnosticar.

Prevención
El hecho de prevenir los partos antes de término, cuando sea posible, es la forma más efectiva de evitar el desarrollo de un conducto arterial persistente.

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