- La válvula afectada
- La patogenia de la enfermedad; si el problema radica en una disminución permanente del diámetro del orificio (estenosis), una disminución de la capacidad de la válvula para cerrarse (insuficiencia), o un movimiento de las valvas en sentido anormal (prolapso).
Así, las valvulopatías que se diferencian son:
1.Estenosis mitral
La estenosis mitral o estenosis de la válvula mitral es una valvulopatía (cardiopatía valvular) caracterizada por el estrechamiento anormal del orificio de la válvula mitral del corazón. Esta reducción del orificio valvular es causada por un proceso inflamatorio que puede también afectar el aparato sostenedor de la válvula. Puede ser también, si bien en pocos casos, de origen congénito.
2.Insuficiencia mitral
La insuficiencia mitral, también conocida como regurgitación mitral es un trastorno de la válvula mitral del corazón, caracterizado por reflujo de sangre desde el ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda.
3.Prolapso mitral
El prolapso mitral o prolapso de la válvula mitral es una valvulopatía (cardiopatía valvular) caracterizada por el desplazamiento de una anormalmente engrosada valva de la válvula mitral, por lo general, una protrusión cóncava hacia la cámara de el atrio izquierdo durante la sístole, es decir, durante la contracción de los ventrículos del corazón. Está presente en un 5-10% de la población mundial, la gran mayoría de la cual cursa sin síntomas y con bajo riesgo de complicaciones. En casos severos, puede causar regurgitación mitral, endocarditis infecciosa y raramente, paro cardíaco y muerte súbita. La palabra prolapso significa una sobresalida o descenso de una víscera, en este caso, la válvula que separa el atrio izquierdo del ventrículo izquierdo.
4.Estenosis aórtica
La estenosis de la válvula aórtica o estenosis aórtica (EA o AS, por sus siglas en inglés: Aortic Stenosis) es una valvulopatía (cardiopatía valvular) caracterizada por el estrechamiento anormal del orificio de la válvula aórtica del corazón. Esta reducción del orificio valvular puede ser congénito o adquirida, generalmente secundaria a la fiebre reumática o calcificación. La válvula aórtica controla la dirección del flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hacia la aorta. En su buen funcionamiento, la válvula no impide el flujo de sangre entre esos dos espacios, pero en ciertas circunstancias, la válvula se vuelve más estrecha de lo normal, resistiendo el flujo sanguíneo.
5.Insuficiencia aórtica
La insuficiencia aórtica (IA), conocida también como regurgitación aórtica, es un trastorno de la válvula aórtica del corazón, caracterizado por reflujo de sangre desde la aorta hacia el ventrículo izquierdo, durante la diástole ventricular, es decir, cuando los ventrículos se relajan. Puede ser debida a anormalidades tanto de la válvula misma, como de la porción proximal de la aorta.
6.Estenosis tricuspídea
La estenosis de la válvula tricuspídea o, simplemente estenosis tricuspídea es una valvulopatía (cardiopatía valvular) caracterizada por el estrechamiento anormal del orificio de la válvula tricúspide del corazón. Esta reducción del orificio valvular generalmente es secundaria a la fiebre reumática, un proceso inflamatorio que puede también afectar el aparato sostenedor de la válvula. Rara vez puede ser congénita, y no es heredada.
Síntomas
La insuficiencia mitral moderada puede ser asintomática. El trastorno puede identificarse sólo si el médico, auscultando con un fonendoscopio, oye un soplo cardíaco característico causado por el retroceso de la sangre hacia el interior de la aurícula izquierda cuando el ventrículo izquierdo se contrae.
Debido a que el ventrículo izquierdo tiene que bombear más sangre para compensar el flujo retrógrado a la aurícula izquierda, se dilata gradualmente para incrementar la fuerza de cada latido cardíaco. El ventrículo dilatado puede causar palpitaciones (la percepción de los propios latidos cardíacos enérgicos), sobre todo cuando la persona está acostada sobre el lado izquierdo.
La aurícula izquierda también tiende a dilatarse para alojar el flujo retrógrado procedente del ventrículo. Una aurícula muy dilatada a menudo late con rapidez de un modo desorganizado e irregular (fibrilación auricular), lo que reduce su eficacia de bombeo. En realidad, una aurícula que fibrila no está bombeando, sólo se estremece, y la falta de un flujo de sangre apropiado provoca la formación de coágulos sanguíneos. Si un coágulo se desprende puede obstruir una arteria más pequeña y causar un ictus u otras lesiones.
La insuficiencia mitral grave reduce el flujo sanguíneo hacia la aorta de tal modo que causa insuficiencia cardíaca y, en consecuencia, tos, disnea de esfuerzo e hinchazón en las piernas.
Diagnóstico
La insuficiencia mitral habitualmente se identifica por la presencia de un soplo característico (un sonido que se ausculta con un fonendoscopio cuando el ventrículo izquierdo se contrae).
Un electrocardiograma (ECG) y una radiografía de tórax muestran la dilatación del ventrículo izquierdo. El examen que proporciona mayor información es el ecocardiograma, una técnica de obtención de imágenes mediante ultrasonidos que permite visualizar la válvula defectuosa y determinar la gravedad del problema.
Tratamiento
Cuando la insuficiencia es grave, la válvula necesita ser reparada o sustituida antes de que el trastorno del ventrículo izquierdo ya no pueda ser corregido. Se puede llevar a cabo una intervención quirúrgica para reparar la válvula (valvuloplastia) o para sustituirla con una mecánica o con una hecha parcialmente con una válvula porcina. La reparación de la válvula elimina la regurgitación o la reduce lo suficiente para que los síntomas se vuelvan tolerables y para impedir lesiones cardíacas. Cada método de sustitución valvular tiene sus ventajas y sus desventajas. A pesar de que las válvulas mecánicas generalmente son eficaces, aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos, por lo que se administran fármacos anticoagulantes indefinidamente para disminuir este riesgo. Las válvulas hechas parcialmente con válvulas de cerdo funcionan bien y no tienen el riesgo de provocar coágulos sanguíneos, pero en cambio su duración es menor. Cuando una válvula sustituta es defectuosa, debe reemplazarse inmediatamente.
La fibrilación auricular también puede requerir tratamiento. Fármacos como los betabloqueadores, la digoxina y el verapamilo retardan la frecuencia cardíaca y ayudan a controlar la fibrilación.
Las superficies de las válvulas cardíacas lesionadas son propensas a sufrir infecciones graves (endocarditis infecciosa). Cualquier persona con una válvula artificial o dañada debería tomar antibióticos antes de un procedimiento odontológico o quirúrgico para prevenir la infección.
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